No quiero sueños atrapados, quiero sueños con alas de esos que saben a donde ir para volverse realidad.
Si acaso los atrapara sería tan solo por un instante para verlos de
cerca, llenarme de su esencia, su luz, sentir su textura, envolverme en
su fragancia, escuchar su voz, que me cuenten lo que ellos sueñan o
quizá un cuento de los de dormir como una niña, pero siempre los suelto
porque los sueños son más de volar y porque sé que si un día vuelven es
que quizá son míos o que por causa de un hechizo o maravilloso
sortilegio del destino, ellos me soñaron a mí.
Teresa Delgado © 2013
Hace
mucho tiempo, cuando el mundo era joven, un viejo líder espiritual
Lakota estaba meditando en una alta montaña cuando tuvo una visión. En
esta visión, Iktomi, el gran maestro bromista de la sabiduría, apareció
con la forma de una araña. Iktomi le habló en un lenguaje sagrado, que
sólo los líderes espirituales de los Lakotas podían entender. Mientras
le hablaba, la araña tomó un aro de sauce, el de mayor edad. También tenía plumas, pelo de caballo, cuentas y ofrendas, con lo que empezó a tejer una telaraña.
Él habló con el anciano acerca de los círculos de la vida, de cómo
evolucionamos a través del tiempo, desde que nacemos hasta que
envejecemos, hasta que el círculo se cierra. Entonces, Iktomi dijo
mientras continuaba tejiendo su red:
-En cada tiempo de la vida
hay muchas fuerzas, algunas buenas, otras malas. Si te encuentras con
las buenas fuerzas, ellas te guiarán en la dirección correcta. Pero si
tú escuchas a las fuerzas malas, ellas te lastimarán y te guiarán en la
dirección equivocada.
Mientras la araña hablaba, continuaba
entretejiendo su telaraña, empezando de afuera y trabajando hacia el
centro. Cuando Iktomi terminó de hablar, le dio al anciano Lakota la red
y le dijo:
-¿Ves? La telaraña es un círculo perfecto, pero en
el centro hay un agujero. Usa la telaraña para ayudarte a ti mismo y a
tu gente, para alcanzar tus metas y hacer buen uso de las ideas, sueños y
visiones de los demás. Si tú crees en el Gran Espíritu, la telaraña
atrapará tus buenas ideas y las malas se irán por el agujero.
El
anciano Lakota, le pasó su visión a su gente, y los indios Sioux usaron
el atrapasueños como la red de su vida. Éste se colgaba encima de la
cama para escudriñar los sueños y visiones. Lo bueno de sus sueños era
capturado en la telaraña de vida y enviado con ellos, lo malo de sus
sueños escapaba a través de los agujeros en el centro de la red. Ellos
creían que el atrapasueños sostenía el futuro de su destino.
Sabiduría Lakota

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